viernes, 12 de septiembre de 2008

Gonzalo Cáceres, esteticista

Los recuerdos del glamour de los años ochenta aparecen en su departamento entre bocanada y bocanada de tabaco. Que Paloma San Basilio, que la Raquel Argandoña, que la señora Lucía Hiriart. Tema: el que le pongan, desde el demonio, pasando por el Festival de Viña hasta Michele Bachelet. Acá la conversación con un tipo célibe, amante de los ángeles, encantado de los dedos de Lagos, separado de Sarita Vasquéz. ¿Raro? Por nada del mundo. De lo más normal, según afirma. Compruébelo en estas páginas.

Usted tiene una vida espiritual bien activa...
Sí, creo en Dios, en la Virgen y en los ángeles. Creo que todo se paga en esta vida y que si tú has actuado mal tienes que pagar por eso.

Así como cree en los ángeles creerá en el demonio ¿Cómo se manifiesta?
En todas partes y pronto se va a manifestar en el Anticristo.

No le puedo creer...
Claro, y va a ser una persona que va a hacer un bien maravilloso y la gente lo va a seguir y la iglesia se va a dividir pero lo que predique no lo va a practicar, va a hacer cosas muy buenas y va a atraer a la gente pero va a hacer otra cosa por atrás, va a dividir a la iglesia.

¿Le han deseado mal a usted?
Quinientas veces.

¿Por qué?
Envidia.

¿De qué?
De que seas famoso, de salir en los diarios, de cualquier cosa.

¿Cómo le afecta la envidia?
Sobre todo al comienzo afecta mucho, cuando uno es lolo.

¿Ya era envidiado por su fama de lolo?
Claro, a los 23 años ya era famoso, cuando trabajaba en el suplemento “De mujer a mujer”, donde empecé trabajando con la gente, con el pueblo entregándole todo lo que es la belleza y la moda. Yo daba el consultorio de belleza y hacía las páginas de moda.

Le escribían así como: “tengo el queque muy grande ¿qué puedo hacer?”
Claro, “tengo bigotes ¿cómo me los saco?”, ahí yo tenía que explicarle como sacarse los bigotes pero con recetas caseras y naturales porque el suplemento era para gente que no tenía medios.

Un servicio de utilidad pública...
Yo creo que yo empecé en Chile con los servicios de utilidad pública, lo mismo que con los opinólogos; yo fui el primero en este país que me largué a decir las cosas pero no me llamaba opinólogo, teníamos otro sistema, éramos personas que teníamos crédito y credibilidad para decir las cosas.

¿De qué año hablamos?
Del ‘75 ó ‘76, yo venía llegando de Estados Unidos, donde aprendí belleza en la Universidad de Michigan.

¿Cómo se aprende belleza?
Aprendes la técnica, las cremas, los tratamientos y las limpiezas, luego, lo del maquillaje es un arte: tú debes encontrar la belleza en todas las personas y dejar a una de 60 como a una de 30.

¿Desde niño se sintió atraído por la belleza?
No, yo iba a estudiar leyes, literatura o periodismo y a mi padre le tocó una misión diplomática en Estados Unidos y me olvidé de esto y tomé un curso de belleza en la Universidad de Maryland. Lo hice por mí y me gustó y ahí empezó el problema... mi madre, mi padre...

Les cargó...
Sí, por lo mismo le aconsejo a la gente que haga lo que sienta que tiene que hacer. En esa época...

Pensaban que era colita...
No, la gente era bien respetuosa y más bien se preguntaba qué hacía yo en ese medio. Como decía mi mamá “lo eduqué para ser un rey y me salió peluquero”. Es como si en esa época una niñita se hubiera querido dedicar al modelaje y un niñito al ballet. Era medio raro...

¿Qué le decían sus padres? ¿Lo amenazaron con desheredarlo?
Mi padre era muy machista y tuve que sacar mucho carácter como para poder sentarme encima de ellos y hacer lo que quería. Me amenazaron con que si yo hacía algo indebido me tenían los pasajes listos para mandarme al extranjero, bien lejitos.

Para que no causara revuelo social...
Claro, que las amistades, que la tanto... recuerdo que una vez mi madre dio un baile de los años veinte y yo, que ya no vivía en la casa llegué y una de sus amigas me dice “Gonzalito ¿qué me harías tú en la cara?”. Mi mamá, apenas supo esto alertada por una nana, y me tuve que ir cagando de la casa, cagando. No alcancé a dar ningún consejo.

Lo tenían cortito...
Por eso me fui a vivir solo, porque mi mamá me dijo: “si vives aquí te dedicas a lo que yo digo”. Era una familia muy tradicional, muy antigua, donde las mujeres se casaron con todos estos hombres, con José Miguel Carrera, Mateo de Toro y Zambrano, etc. Pero yo siempre fui rebelde.

¿Tiene hermanos?
Cuatro. Recuerdo que mis hermanos no me miraban. Un día, uno tenía 16 años y andaba con una mujer casada y yo lo fui a acusar con mi mamá y él le dijo: “mamá, yo lo hago por él y por mí”. O sea, se acostaban por mí para reivindicar el nombre.

¿Qué hizo fuera de la casa?
Vendí cosas mías para tener un poco de plata y me fui a trabajar con Luigi, el peluquero de moda, el que había peinado a la Tencha y a la Payita, el peluquero de la Unidad Popular. Luigi me acogió y ahí empecé a maquillar.

LIBRE COMO EL VIENTO
¿Qué le contaba Luigi de la Tencha?
Que se le juntaban la Tencha y la Payita en la peluquería y que tenía que meter a una por un lado y a la otra por otro para que no se toparan. Tan buena moza la Tencha. La Payita no tanto. Allende cambió a una mujer regia por otra no tanto.

Bueno, estamos en la parte en la que usted escoge su vida, se va de casa y se hace famoso...
Sí, alguna gente piensa que la tele me hizo famoso a mí y no, yo, desde antes de 1996,que fue la primera vez que tuve un programa donde hacía los “in” y los “out”, ya era famoso por mi talento y maquillaba a las estrellas, a los cantantes internacionales... figúrate que me hice amigo de la Paloma San Basilio, mi gran amiga, mi amiga querida.

Tan linda además, cuando venía al festival cantaba con esos vestidos maravillosos y con unos peinados que parecía reina...
Una mujer maravillosa. Me acuerdo que una vez pasó una cosa bien increíble con ella, cuando salió en la franja del NO a ella le costó muy caro porque tenía que venir a Chile a cantar en el casino de Viña del Mar y la suspendieron. Más encima que le pasaron unos equipos tan malos que explotaban con los que ella trajo desde España. Quedó la crema. A mí me llamaron y me dijeron que no podía maquillarla y yo les dije que los sentía mucho, que lo iba a hacer igual. Ella ha dicho que yo soy la persona más maravillosa que conoce, que mis manos son mágicas y que soy muy leal.

¿Le llamaron del gobierno para ordenarle que no la maquillara?
Claro y lo hice igual y ¿sabes cómo se vengaron? Me impidieron maquillar a la Pamela Hodar en el Festival de Viña. Mi gran amiga, la alcaldesa de Viña, María Eugenia Garrido, me dijo “Gonzalito, yo soy la dueña del festival” y me consiguió entrar pero ya era tarde. Ya me daba lo mismo... ahí tienes la respuesta de cuando me dicen que yo soy hijo de la dictadura.

Pero usted era pinochetista, pues...
No, yo no era pinochetista, siempre fui libre como el viento. Yo tuve que sacar cualquier cantidad de gente fuera del país, a extremistas.

El mundo del glamour estaba bien lejano a estas situaciones...
En el mundo del glamour nadie supo pero de que ayudé a gente.

¿Y se sabía que pasaban cosas atroces?
No, no se sabía nada porque fíjate que era un gobierno que no parecía dictadura, tú veías a los carabineros en la calle, no veías a los militares y los diarios se reían de Pinochet. No era una de esas dictaduras como la de Franco, no se veía el terror, entonces era como “de las aguas mansas líbrame Dios que de las otras me libro yo”.

Usted maquilló a la señora Lucía... dicen que tenía un cutis de terciopelo...
De porcelana china, muy buena moza ella. Fíjate que no era dura, era una mujer suave, encantadora.

Y todos la pintan como bruja...
No, al contrario, se emocionaba con facilidad, por ejemplo, si le contabas que un niño se estaba muriendo de hambre ella te decía cómo ayudar. Ella siempre quería estar regia, pero al principio la gente encontraba que se vestía pésimo, incluso había un chiste que decía que la vestía el MIR. Menos mal cayó en las manos de un hombre maravilloso como Rubén Campos que le cambió el estilo. Tenía muy buen carácter y siempre te recordaba, igual que él.

Pinochet...
Sí, era muy encantador, con sus ojos azules... era muy divertido, amoroso, como cuando de repente la gente dice que Lagos es duro y no; yo a Lagos lo conozco muy bien desde hace años y me tocó maquillarlo un montón de veces y lo encuentro regio, con unas manos preciosas, maravillosas, finas, de dedos largos, como para tocar el piano, finas, finas, finas.

¿Pinochet no era corto de genio?
No, se reía con los chistes...

¿Y las niñas? ¿Es cierto que Jacqueline era la regalona?
Está la Verónica que nunca sale en nada y que tiene unos ojos verdes preciosos, luego la Jacqueline que es muy linda y que efectivamente era la regalona de los dos y bueno, la Lucía que no es fea, lo que pasa es que se engorda, pero así y todo es como se casó con los hombres más estupendos de Chile como Thieme que era como el artista de cine de la época; se casó con un niño de apellido Vicuña, también estupendo; se casó con uno que se llamaba con uno de apellido Aravena, también regio y con otro más, el García Barcelatto, muy buen mozo también.

Buenas para casarse las niñitas....
Imagínate lo que ha significado todo esto para la señora Lucía y Pinochet. Ellos son una familia tradicional y ver cómo sus hijas tienen tantos problemas, pucha...

¿Usted hallaba a Pinochet capaz de meter las manos?
No, menos si todos hicieron un contrato de que no iban a agarrar nada del gobierno, recuerda que la gente donó sus argollas, sus joyas. Es una impresión bien grande porque nunca lo vi bueno pa’l billete, era bien sencillo.

DE LA DECENCIA EN LA FARÁNDULA
En los ochenta sí que había farándula, venían los artistas más famosos... harto circo para disimular lo que pasaba...
Había mucha farándula. Me tocaron todas las divas internacionales, la Sofía Loren, todas. Como sé hablar en inglés les conversaba y quedaban encantadas conmigo. Yo lancé a la fama a la Raquel Argandoña.

¿Cómo era de joven la Raquelita?
Muy simpática.

¿Y cuando se puso tan pesada?
Es que ella siempre como que estuvo asustada de que le fueran a hacer algo.

Eso se llama delirio de persecución...
Más o menos, es que siempre se hacía amiga de personas que terminaban pagándole muy mal. Recuerdo que le consiguió pega a la Paulina Nin de Cardona para “60 minutos” porque ella se iba a Londres. A los dos meses entrevistaron a la Paulina y le preguntaron cuál era su diferencia con la Raquel y bueno, tú dirás que tienes otro estilo, qué se yo, pero ella dijo: “yo no soy como esa que arregla todo entre las sábanas”.

No le puedo creer...
Para que veas, cada amiga que tenía la Raquel le hacía una, es por eso que la Raquel vive como a la defensiva y no puede ver a la Nin. La Raquel es chora, buena amiga y fue la primera en pararle los carros a los hombres en este país y en decir las cosas por su nombre.

Pero por Dios que brutal es su veneno...
Bueno, eso es cuando se la pone en jaque.

¿Cómo es el ambiente de la farándula?
Es terrible, sobre todo si eres decente, porque es a la gente decente a la que más atacan.

¿Y hoy es muy distinto a los ochenta?
Muy distinto porque ves a pura gente que tú dices “¿qué arte tiene?” Si arte es mostrar las tetas, el choriflai y el poto, no sé si eso es arte, en mi época no era arte. “Sabor Latino” era una guagua de pecho comparado con muchos programas de la televisión de hoy.

¿Cómo se triunfa en la tele?
Para entrar a trabajar a un programa debes tener o una buena cuña, ser hija de alguien muy importante, tener gran talento, cosa que cada día es más difícil, o atacar cama, que es el camino más fácil aquí y en Hollywood.

¿Problemas de moral?
Está bien que la moral se adapte a la onda moderna de ahora pero me parece mal que en la tele aparezca gente hablando puras cosas en doble sentido y mujeres argentinas que queden con las pechugas al aire, porque este país todavía es sobrio, el pueblo es sobrio, la cabra llega a la hora que quiere y le dan su buena tranca bien da.

Lejos del glamour, hoy trabaja en Patronato y en esos infomerciales de la Teleferia.
Yo no soy mirador en menos y a la gente la amo y la gente me ama por lo mismo. Ahora defiendo el producto nacional, la gente se me acerca y me dice que antes que yo llegara estaba a punto de cerrar su local. A mí me querían como rostro para una gran tienda pero después de lo de los infomerciales de la Teleferia ya no pasó nada pero yo lo sigo haciendo igual la Teleferia porque quiero a la gente. Ahora me toca el Festival de Villa Alegre, el Festival de la sueña de casa y a mí me encanta.

Usted hablaba de Ricardo Lagos. Maquillarlo le tiene que haber costado más
No, para nada porque tiene muy buena piel.

Me refiero a que su trabajo consiste en dejar bellas a las personas...
Pero le dejaba los ojitos bonitos, su piel tersa. Yo no lo encuentro feo.

Se parece a Epidemia de Cachureos...
No es Brad Pitt pero es encantador, caballero, amoroso, te pregunta cómo estás, es muy fino. Su señora me encanta, tiene una facha como de italiana, maravillosa, se ve muy bien.

NO SOY UN EXTRAÑO
¿Se siente usted una persona anormal o rara?
No, para nada.

¿Nunca le han hecho sentir así, un extraño?
No, de no ser que hace algunos años atrás que me gritaban maraco y yo me daba vuelta y les decía “pero no soy po’ hueón”.

Ya no le gritan nada...
No, la gente me respeta, además, yo ni siquiera he tenido sexo con nadie.

¿Nunca en toda la vida?
Nunca, recuerda que a mí me violaron a los tres años.

¿Se lo contó a su mamá cuando le pasó?
Ellos lo vieron, perdí el conocimiento y fui a parar a la clínica. Mi padre quería matar a l hombre que me violó.

Y por eso nunca quiso tener sexo...
Por eso, a pesar de que el doctor me dijo que me iba a traer problemas, que me iba a enfermar y tanta cosa. Pero fíjate que esa parte nunca me importó, debo ser muy creyente. Lo mismo cuando decían que yo con la Sarita... y nunca, con la Sarita no pasó nada.

¿No se siente raro ser célibe en una sociedad donde todo se reduce a potos y penes?
Ahora en el mundo hay un club de gente que nunca ha tenido sexo... yo me debería inscribir en él. Gracias a Dios nunca me ha interesado el sexo, aunque eso te trae problemas porque la gente cree uno casi se ha acostado con todo el mundo. Pedro Lemebel escribió que yo me había acostado con Pinochet.

¿Por qué?
En otro libro escribió que la Lucía no hacía nada sin consultármelo, que éramos yuntas. Una locura pero me da lo mismo, porque de mí han dicho todo lo habido y por haber. Pero ya ves tú, a la tierra vino Jesucristo a hablar de paz y amor y lo mataron así es que qué más puede esperar uno. Nada más. Da lo mismo.

Usted tiene 52 años... igual heavy nunca haber tenido sexo...
Sí y no me hace sentirme raro, me hace sentir como un ser humano que no se ha realizado completamente, pero yo estoy en otra onda, en el amor colectivo. Vieras tú como la gente me abraza, las señoras, los abuelitos, yo los quiero tanto a todos, a aparte donde yo voy se arma un tumulto, cosa que nadie más ha podido lograr en este país. Ya ves que mi matrimonio con la Sarita ha sido el más concurrido, el que más gente ha congregado para verme.

¿En qué estaba pensando cuando se casó?
No sé.

Por fin que se acabó todo, que es un capítulo cerrado...
Sí, imagínate que hace más de cinco años que no la veo.

¿Es rara la Sarita?
Es una mujer muy especial, que todo el día andaba que mi Chalito, que mi niñito, que su no sé qué y apenas me daba vuelta me enterraba el cuchillo por detrás.

¿Qué es lo más raro de Chile?
La gente doble, los camaleones que un día son de Pinochet y al otro de Frei. Hay que ser de una línea porque a mí no me gusta que a la gente la maten, la persigan o la desaparezcan. Otra cosa que me llama la atención es lo de Lavandero; yo creo que lo quieren perjudicar, que quieren hacerle algo, lo mismo que cuando le inventaron cosas al otro, al Novoa. Yo lo entrevisté para el programa “Jet set” y lo hallé buen mozo como el solo, un artista de Hollywood.

¿Vio el programa Contacto?
Claro que lo vi y creo que todo va en la intención. Dime por qué se viene a saber todo esto ahora y no antes.

No sé, pero está el testimonio del hijo de Clara Szczaranzki...
Pero dime, si yo vengo a saber que a mi hijo lo ha abusado mi pareja, primero no sigo con este hombre, lo denuncio y menos sigo siendo su amigo.

Pasa que la gente prefiere no denunciar por vergüenza, por ahorrarse el mal rato...
Eso me pasó a mí, aunque sí denunciamos a mi agresor a la iglesia porque era sacerdote. En todo caso, en lo de Lavandero yo le creo, y yo tengo un ojo para pillar a la gente mijita... no me falla nunca.

¿Qué opina de Soledad Alvear?
Me encanta, yo le dije por un diario que se cambiara el pelo y lo hizo. Siempre hacen lo que yo digo porque saben que tengo razón. Se ve regia pero también me gusta la Bachelet; su padre era aviador igual que el mío, muy buen mozo el caballero, siempre lo veía cuando salía con mi papá y me saludaba y me decía Chalito y me tomaba en brazos. Nunca debieron haberle hecho nada, qué falta más grande de respeto lo que hicieron con él.

Lavín.
A mí Joaquín me encanta pero no sé hasta qué punto lo dejan gobernar sus propios partidos. Piensa que Allende pudo haber hecho un gran gobierno pero no lo dejaron gobernar.

¿Cuál es su legado en la tierra?
Embellecerla, entregar mucho amor, preocuparme por la gente, hacer obras sociales.

¿Qué es lo más raro que ha visto?
El maremoto en Tailandia

¿Qué es lo más raro que le ha pasado?
Que me han matado. También hay un periodista que se llama Gonzalo Cáceres y que trabaja en Alemania y la gente pensaba que era yo el que firmaba esos informes de la guerra en Irán.

¿Qué es lo raro de la política?
La encuentro fome y a los políticos ahueonados, no como antes que había pasión, ideas. Ahora es como una profesión donde a fin de mes van por su salario, nada más.

¿Qué está “in” y “out”?
Todas estas peleas de parejas en televisión, que me llamaste y me dijiste puta y qué se yo, están out. Lo más out que hay. Lo más in sería que volvieran los programas con musicales, donde se le daba mucho trabajo a la gente, también es muy in preferir al artista nacional. Patronato está in por la protección al producto chileno y por que la gente se puede comprar ropa mucho más barata y se ve regia. También está sumamente in promover lo nacional y mostrar Teleferias que tienen cosas para toda la familia. Están out los accidentes en las carreteras, ya está bueno que los choferes comiencen a manejar bien. Manejar mal está totalmente out. Otra cosa que está in es la solidaridad, en especial con Tailandia.

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