viernes, 12 de septiembre de 2008

Padre Felipe Berríos y la ley de divorcio: LOS LEGISLADORES NO ESTÁN PARA HACER CATECISMO; ESTÁN PARA HACER LEYES PARA TODOS LOS CHILENOS

En medio de las presiones que algunos miembros de la iglesia han realizado en torno al tema del divorcio, el padre Felipe Berríos habla claro sin alzar la voz y manifiesta su venia al proyecto de matrimonio que considera el contrato con la posibilidad de divorciarse. Nada de leyes distintas para matrimonios para toda la vida y otros que no. El sacerdote de “Un techo para Chile” estima conveniente revisar el celibato y ha sido categórico en manifestar la responsabilidad moral que tiene la iglesia en casos como el del cura Tato. Lejos de los fundamentalismos, el padre Berríos propone vivir la espiritualidad desde cada trinchera personal, asegura que masturbarse no es un pecado, que por fumar marihuana uno no pierde la posibilidad de irse al cielo y que los católicos pueden estar en desacuerdo con el Papa. Aquí, la entrevista al sacerdote amable de voz pausada, en la que también hace referencia a la homosexualidad, incluida la de Monseñor Cox.

Al revisar el debate en torno a la ley de matrimonio civil da la impresión de que la iglesia chilena todavía no cae en cuenta de que el estado y la iglesia se separaron hace ya bastante tiempo. En el tema del divorcio muchos consideran la actitud de la iglesia como una intromisión y una presión indebida.
Los planos se han confundido en el sentido de que los legisladores no están haciendo catecismo para la iglesia católica, están haciendo leyes para todos los chilenos. La iglesia católica tiene el derecho y el deber de plantear su postura sobre el tema, los peligros que puede tener una ley y las virtudes que puede tener otra. Los legisladores, todos, católicos y no católicos, tienen que escuchar la voz de la iglesia como tienen que escuchar todas las voces importantes del país. Los parlamentarios católicos tienen la obligación de escuchar con cariño y apertura lo que la iglesia católica dice, pero después tienen la obligación de votar en conciencia y ahí yo creo que ha habido voces de sacerdotes que han echado a perder esto, porque da la sensación de que si eres católico no tienes que escuchar tu conciencia sino que tienes que hacer lo que dice el obispo. Los parlamentarios y los católicos tienen toda la razón para molestarse. Tu conciencia es lo más sagrado que hay. Para mí, un parlamentario católico, verdaderamente católico, es el que no se deja influenciar sino que escuchando a Jesucristo, al evangelio, a la iglesia y viendo las circunstancias históricas y sociales vota de acuerdo a su conciencia. Por eso da lata que se enturbie el tema.

¿No le parece una lesera esto de hacer dos leyes, una para los que se casan para toda la vida y otra para los que no?
Teóricamente y en principio, se está tratando de salvar la idea de que alguien que se quiera casar para toda la vida y las leyes le respeten esa decisión. Pero yo veo que en la práctica esa idea no tiene ningún efecto porque todos se casan para toda la vida; no he visto a nadie que quiera casarse por un rato. Yo creo que la ley de divorcio se va a aprobar y le va a dar muchas más posibilidades a los católicos de vivir en consecuencia, de que nuestra forma de vivir sea tan linda que valga la pena que el matrimonio siga.

Pucha que es reconfortante escucharlo, pero no dejo de pensar en un texto de Medina que dice que si uno se separa no debe volver juntarse en pareja porque eso en un pecado grave, adulterio parece que le llama...
Te voy a leer algo para que no creas que soy el cura choro. De Juan Pablo Segundo a los divorciados y casados de nuevo: “Exhorto vivamente a los pastores y a toda la comunidad de los fieles para que ayuden a los divorciados procurando con solícita caridad que no se consideren separados de la iglesia católica... que la iglesia rece por ellos, los anime, se presente como padre misericordioso y así los sostenga en la fe y la esperanza”. ¿Qué te parece?

Muy, pero muy lindo, pero ¿por qué mensajes tan lindos como el que me acaba de leer a uno le llegan totalmente al revés y de boca de personas que gozan de altos cargos en la jerarquía católica?
No nos quedemos en Medina, esto que te leí es una encíclica del Papa, un documento oficial. Preguntémonos por qué pasa esto en Chile. Bueno, cuando fueron las elecciones entre Tomic, Allende y Alessandri cada candidato representaba corrientes políticas distintas, sin embargo, si tú ves el último ministro de hacienda que tuvo Pinochet, el de Frei o el de Lagos, te vas a dar cuenta de que van a tener más o menos la misma línea económica, lo cual por un lado ha sido bueno porque le ha dado estabilidad al país y ha disminuido la pobreza, pero por otro lado ha producido cierta hegemonía entre los partidos políticos, los cuales tratando de marcar las diferencias transforman un problema político en un problema moral. Es un tema complicado porque hay sectores políticos representados, por ejemplo, en el tema de la pena de muerte, los preservativos, la píldora del día después y ahora con la ley de divorcio.

Me viene a la cabeza el Opus Dei...
Cuando tú te compras un champú, en el supermercado te ofrecen una gran variedad, lo que es bueno porque tú puedes escoger cuál es el que mejor le queda a tu pelo de acuerdo a tu presupuesto. Bueno, la iglesia ofrece distintas espiritualidades y diversas maneras de vivirlas. Por eso es que los sacerdotes somos distintos. Yo encuentro excelente que exista el Opus, lo que me molesta es que se quiera poner a todos los sacerdotes y a todos los fieles bajo una misma manera ser, porque eso empobrece a la iglesia. Opus y Legionarios tienen que existir pero hay que ponerse firme cuando se trata de mostrar que esa es la única iglesia y la única manera de ser católico porque eso no corresponde a la verdad.

Hablando de poderes económicos, políticos y catolicismo. ¿Qué opinión le merece el padre John O’Reilly?
Yo no conozco demasiado lo que él hace, más bien lo conozco por los medios de comunicación, pero creo que es una persona muy disponible y que ayuda a muchas otras pero me duele un poco verlo demasiado vinculado a un solo sector de la sociedad, muy vinculado a la parte económica. Yo creo que los sacerdotes nos hacemos un daño muy grande a nosotros mismos y también a la iglesia cuando nos ponemos del lado de un solo sector. Nosotros tenemos que ser sacerdotes del evangelio, representantes de Jesucristo y estar en todos los sectores.

De un tiempo a esta parte da la impresión que la iglesia en vez de convocar, excluye ¿Por qué, especialmente a los jóvenes, nos cuesta sentirnos acogidos por la iglesia?
Yo haría una distinción entre la iglesia que uno vive todos los días, la del cura que te acompaña cuando muere un familiar, en un bautizo, en un matrimonio, que defiende los derechos humanos y la otra, que es la que muestran los medios donde algunas voces de la iglesia hacen mucho daño.

¿Se refiere al padre Allende cuando dijo que en el tema del divorcio los parlamentarios darían un examen...?
Todos conocemos el carácter del padre Allende. Es una persona buena que ha hecho harto bien. Creo que hay otras personas que le han hecho más daño a la iglesia, como Medina.

¿Cómo explica el fundamentalismo de Medina?
Medina es un cardenal de la iglesia católica y está bien que opine porque tiene mucho que decir y enseñarnos, pero Medina no es la iglesia, es sólo una voz dentro de muchas voces. Es bueno que haya un Medina en la iglesia, el problema es cuando esa voz queda como la única voz dentro de la iglesia y como la única manera de mirar las cosas y plantearlas. Eso produce peligro y confusión.

¿Pero qué puede pensar uno si desde el Papa para abajo los postulados de la iglesia se caracterizan por su rigidez?
Cuando el Papa habla define la categoría de certezas de lo que está diciendo, de lo contrario no podría hablar. Al Papa hay que escucharlo con apertura porque es una voz importante, pero tú puedes estar en desacuerdo con el Papa. Nosotros le hacemos un flaco favor al Papa si creemos que todo lo que viene de él es la verdad absoluta.

Entonces no soy menos católica al creer que los métodos anticonceptivos son el descueve y que el sexo no sólo es para procrear.
Tener hijos, hijos, hijos es una irresponsabilidad y nadie te está pidiendo eso. Cuando te casas el sacerdote te hace tres preguntas: “¿Haz venido libre y voluntariamente a contraer matrimonio? ¿Estás dispuesta a amar y a honrar a tu pareja toda la vida? ¿Estás dispuesta a recibir responsable y amorosamente a los hijos?” Hay una responsabilidad. Ahora, la iglesia te propone un ideal, que es el método anticonceptivo natural, ahora tú tienes que escuchar con cariño y apertura ese ideal, ojalá vivirlo. Pero hay que ver tus circunstancias y la manera que tienes tú de acercarte a ese ideal, en todo caso la iglesia te va a respetar.

SACERDOTES Y HOMOSEXUALES
Acaba de conocerse el pronunciamiento de la iglesia sobre la posible unión legal de los homosexuales. ¿Cuál es su opinión?
Los homosexuales son hijos de Dios como todos nosotros y debemos reconocerle su dignidad no sólo como seres humanos sino que también como cristianos. En eso la iglesia ha sido maestra en acoger a los homosexuales...

¿A los homosexuales? no estoy muy segura...
Creo que está bien reconocerle sus derechos civiles, si quieren dejarle la herencia a alguien... pero de ahí a que la unión entre dos hombres o dos mujeres sea reconocida como un matrimonio, o sea, tendríamos que cambiar el concepto que entendemos por matrimonio, que es la unión de un hombre y una mujer para procrear y vivir a través del amor. Una cosa es reconocerle sus derechos y no discriminarlos y otra cosa es hacerles creer lo que no son. Ahí yo creo que apunta la reflexión de la iglesia. También hay que distinguir los movimientos de homosexuales de las personas que viven la homosexualidad. Los movimientos homosexuales han sido muy importantes en la sociedad porque han sido reivindicativos pero por lo mismo es un tipo de homosexual bastante agresivo, distinto a la mayoría de los homosexuales. Yo no hablaría de homosexuales sino que de homosexualidades, como heterosexualidades, dentro de la homosexualidad hay un mundo y hay que tener cuidado porque hay grupos que se toman la representatividad y no siempre reflejan a la mayoría.

Pero hace poco, y a raíz de los casos de pedofilia y otros como la homosexualidad de Monseñor Cox, la iglesia llegó a la conclusión de que era incompatible ser homosexual con ser sacerdote.
Depende. En países como el nuestro, donde los homosexuales todavía no están incorporados a la sociedad y son apartados y criticados, muchas veces el homosexual inconscientemente puede ver el sacerdocio como un lugar donde ser reconocido socialmente. En ese sentido hay que tener cuidado y revisar qué es lo que verdaderamente te mueve para acercarte al sacerdocio. El sacerdocio requiere cierta madurez afectiva que es más difícil que se de en un homosexual. No digo que sea imposible, pero sí difícil.

¿Entonces no es excluyente ser sacerdote y homosexual?
Teóricamente no, pero yo creo que es difícil, tan difícil como que un machista sea sacerdote porque para ser sacerdote se requiere de un equilibrio y el machista es una persona desequilibrada.

¿Y los homosexuales también?
Es complicado que un homosexual sea sacerdote, no imposible.

¿Y cómo Monseñor Cox llegó a ser obispo en circunstancias de que es homosexual? Otra cosa es que se haya guardado después de que se hiciera público, de lo contrario, seguiría donde mismo, en La Serena.
Monseñor Cox fue dándose cuenta y a medida de que fue haciéndose consciente de esto, reparó en que podía provocarle más daño; él mismo decía que se le hacía más difícil. ¿Por qué te digo esto? Por que ser sacerdote requiere de cierta austeridad en los afectos, mucha soledad para poder escuchar, aconsejar y ayudar a los demás. Lo complicado en el tema de los homosexuales -y no sólo para la iglesia sino que para toda la sociedad-, es que debemos acogerlos y ayudarlos para que se desarrollen pero al mismo tiempo no podemos presentarlos como un modelo de sexualidad.

¿Por qué el tema de la sexualidad es un tema tan re complicado para la iglesia?
Ha hecho falta crecer en ese tema. Los temas morales siempre se reducen al tema de la sexualidad y Jesús nunca habló de sexo, habló de la justicia, de los pobres, de la solidaridad. Me gustaría ver a la iglesia más apasionada hablando de esos temas que de sexualidad. Pero tienes razón, nos hemos encasillado en esta tema, como si los únicos pecados son los que tienen que ver con el sexo.

El tema de la sexualidad y los sacerdotes tiene que ver con lo que usted ha planteado y que es que los sacerdotes no están por sobre los hombres, sino que también lo son y tienen las mismas debilidades que todos, por eso es tan importante la reflexión en torno al celibato.
El celibato se ha confundido con la pedofilia y eso no tiene nada que ver. Yo creo que el celibato no es para todos los curas. Durante los primeros siglos de la iglesia muchos curas se casaban y otros libremente optaban por el celibato, que finalmente se impuso como regla para todos. Ya llevamos veinte siglos en que el celibato se ha usado como una imposición y creo que hay que ser más cauto y revisar si eso ha sido bueno o ha sido malo para la iglesia.

Usted dijo que la iglesia debe reconocer la responsabilidad moral que le corresponde en el tema del padre Tato.
No tengo claro si la iglesia tiene responsabilidad civil porque la iglesia no le pidió ni le enseñó al cura tato a actuar como lo hizo, pero sí creo que tenemos una responsabilidad moral porque cometió los actos que conocemos siendo sacerdote.

Pero eso de reconocer la responsabilidad que le concierne a la iglesia no ha sido oficial ni tan abierto como usted lo plantea.
No nos manejamos bien con los medios de comunicación y la iglesia está silente porque está esperando los dictámenes judiciales.

Al no manifestar claramente lo que usted plantea, mucha gente puede pensar que la iglesia está amparando este tipo de conductas, o por lo menos, bajándole el perfil...
Eso es lo malo, puede tomarse como que se está amparando u ocultando algo, pero es una falla comunicacional.

NO ES PECADO MASTURBARSE
Si yo quiero súper harto a mi pololo y tengo relaciones sexuales con él ¿Soné con mi relación con Dios?
La iglesia te ofrece un ideal y tú tienes que acercarte a ese ideal. Para mí es muy distinta una pareja que dice que le da lo mismo lo que dice la iglesia católica a otra que se dice católica, que escucha lo que la iglesia le propone y que busca el ideal que se sugiere pero que por equis circunstancia ha tenido relaciones. Ahí hay una gran diferencia. Lo bonito es preguntarse por qué la iglesia ofrece la virginidad como camino. No es la virginidad por la virginidad, es la virginidad como fruto de una consecuencia entre el gesto, la palabra y el compromiso. La iglesia quiere que tu marido sea tu marido, tu amigo, tu cómplice y eso hay que prepararlo. Así como nosotros podemos viajar y controlar el esfínter: no basta sólo con las ganas de hacer, y hacer es rico, sano, biológicamente necesario. Sin embargo desde chicos nos educaron a hacer en el momento indicado en el lugar adecuado. No es reprimir la sexualidad, es educarla, eso es lo que ofrece la iglesia, ese es el ideal.

¿Es pecado masturbarse?
Más pecado es no inscribirse en los registros electorales. La masturbación es una parte del crecimiento. Hay un dicho que usan mucho los universitarios cuando les dan tareas que no tienen ningún sentido, esto es una... tú sabes.

Paja.
Claro. La masturbación típica de un lolo es parte del crecimiento.

¿Fumar pitos es pecado?
La pregunta es porqué lo haces. En Holanda, viendo las cosas que vendían en un sex shop -cosas para reírse y otras para llorar-, un cura europeo riéndose de mí me dice: “se nota que en tu país no tienen estas cosas”, y yo le respondí que no, que en Chile nos basta con ver la niña pilucha y ya nos excitamos, que no necesitamos ponerle cuero ni darle latigazos para poder excitarnos. Ojalá no perdamos eso, que baste con que en una fiesta haya un chiquillo, una chiquilla, música y que podamos bailar y que no tengamos que tener trago o música especial. Tener que fumarse un pito para gozar la vida me parece triste.

¿No voy a dejar de irme al cielo por fumarme un pito?
Pero si el cielo es un regalo de Dios y ya lo tienes.

¿Yo? ¿Cómo?
Todos somos hijos de Dios. ¿Una mamá va a rechazar a un hijo porque se fuma un pito? No. Pero sí va a querer que el hijo sea tan feliz que no lo necesite. El pecado no es que haya ciertas normas que a alguien se le ocurrieron y que si yo las transgredo, soné. Eso no es el pecado. Si una mamá le dice a un niño que no juegue con vidrio y el niño lo hace y se corta puede pensar tres cosas: uno, “qué terrible, me corté y mi mamá no me va a querer más por esto”; dos, “es entretenido jugar con vidrio pero no lo voy a hacer porque de esa manera consigo el amor de mi mamá”, una opción tan triste como la primera y tres, “se ve atractivo el vidrio pero si hay algo que yo tengo seguro en la vida, es que mi mamá me quiere y si ella me ha pedido que no juegue con vidrio no es para fregarme y si el día de mañana por equis razón yo juego con vidrio y me corto, a la primera que voy a acudir para pedirle ayuda es a ella”.

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