viernes, 12 de septiembre de 2008

Tito Fernández: “Las fondas de Santiago me parecen peligrosas y antihigiénicas”

Cantor popular, poeta, escritor, astrólogo, tarotista, fundador del Centro de estudios metafísicos y artista. También avistador de ovnis. Aquí Tito Fernández habla de su encuentro con Neruda, de su paso por la Peña de los Parra, de Víctor Jara, de su admiración por los Quincheros y de cómo recibe los comentarios de quienes lo acusan de trabajar para el gobierno militar. Con ustedes el temucano campesino que se peina en internet con su blog y página.

¿Cómo le sucedió el folclor?
Nací así. En el campo, mi tía Juana era cantora, mi tía Matilde era profesora normalista de grupo folclórico. Esa onda. Nunca he sido otra cosa. El otro día estaba en Arequipa, en un camarín muy lujoso en el que había un espejo donde me vi reflejado. Anoté en mi cuaderno: “me miro mientras escribo en un enorme espejo que hay en el camarín y me pregunto cómo fue que me convertí en esa huevada”.

Entre otras cosas, conociendo a Neruda...
Cuando Neruda era candidato a la presidencia pasó por el pueblo y le cantamos los artistas de ahí. En ese tiempo yo era de las juventudes comunistas. Canté y me mandó a buscar y nos fuimos de ahí con un par de amigos a la casa de un doctor y estuvimos hasta la madrugada. Le leí mis libros, mis versos, mis cosas. Y le gustaron. Incluso me regaló varias cosas, por ejemplo, una canción de gesta con correcciones de su puño y letra. Neruda era un cabro chico igual que yo, un cabro chico talentoso, medio cuico, pero no eso importa.

¿Era pituco?
Claro, era de otra clase. Yo lo veía así porque yo era de harto abajo, entonces a mí me parecían así todos los que usaban corbata y los que tenían auto con mayor razón. Él andaba con un poncho mapuche que yo jamás me hubiera podido comprar. Estar con él fue increíble, no te lo podís imaginar. Más encima que dijera que lo que yo escribía era bonito. Estuvimos juntos toda esa noche hasta que dijo: “Hueón, mejor vamos a acostarnos porque estamos muy curados”. Yo estaba vuelto loco. Me regaló fotos donde me dice cosas impactantes.

¿Cómo qué?
Hasta hace muy poco mis productores me convencieron de que eso se podía mostrar y que era bueno. Que ya estaba viejo y no me iba a mandar las partes y si quería hacerlo, estaba en todo mi derecho. Igual me cuesta. Tengo una foto que dice: “para Tito Fernández con admiración de su amigo Pablo Neruda”.

LA RESISTENCIA Y LAS FUERZAS DE OCUPACIÓN
¿En qué consiste la identidad chilena? ¿Existe?
No nos parecemos a nadie, no hablamos como nadie. Es cierto, el mundo ha cambiado, está más consumista, las comunicaciones nos conectan con todas partes, podemos ver a los futbolistas y no imaginarlos como antes que era más romántico. Yo vivo de la internet. El 70% de mis contratos los hago ahí. Me mandan correos espectaculares y también me insultan y me dicen las cuestiones más increíbles.

¿Qué es lo más terrible que le han dicho?
Que soy un traidor a la Patria, un vendido a los milicos y que es una lástima que no me hayan fusilado el 73.

De usted se dice que era informante de la CNI...
¿De dónde sacaron eso? Eso deben haberlo inventado porque no me fui del país, porque hay muchos que se fueron y no tenían pa’ qué irse. Yo preferí quedarme aquí y ganármelas haciendo chalecos para cabros chicos mientras pude volver a cantar. La pasé muy mal.

¿Por qué le inventan esto?
No sé, pero los que lo inventan no estuvieron aquí, no vieron ná.

Puede ser porque después del golpe usted siguió trabajando en la tele...
Ese fue Mario Kreutzberger, sin él yo no hubiese podido trabajar en la tele. ¿Qué querían que hiciera? ¿Que estuviera tirando una bomba escondido? No ganaba nada con eso. A mí me tocó meterme ahí. Fui el primero que le canté a la Violeta Parra y fue maravilloso. Yo metí una canción a Pablo Neruda a “Chilenazo”, a la televisión. Hice muchas cosas.

Me dice que desde adentro usted se las ingenió para aportar...
Y aporté harto. A mí me toco pegarme una salida de 6 meses por el mundo con el contrato más caro que se le ha hecho a un artista chileno y toda esa plata la traje para la Vicaría, para los comedores infantiles, etc, etc, etc. Yo estaba contratado y mis dólares eran legales.

¿Donó plata?
No, yo salí por medio de una organización.

No entiendo...
Había una resistencia organizada dentro del país que me mandó para afuera a buscar plata.

...
me inventan estas cosas porque hay un poco de envidia y desconocimiento. Yo siempre luché por eso, por convencer al del otro lado, dejar de tocar entre nosotros y salir. Yo soy de la idea de hacer que tu enemigo se cambie para tu lado.

¿Le ha resultado?
Sí, yo no tengo barreras de ese tipo y me aceptan en todos lados.

Quizás por eso, por tocar para los “otros” es que piensan que usted trabajó para la dictadura...
Es que a ellos no los contrataban. Yo era muy famoso y de eso tú no tienes idea porque eres muy joven. A los de derecha les gusta la plata y sabían que si me presentaban a mí iban a ganar plata. Lo único que les importa a los derechistas es ganar plata. La cultura les importa un rábano. Me contrataban a mí porque era negocio redondo para ellos. Y a ellos había que cantarles chiquilla por Dios, si no, ¿cómo íbamos a echar a Pinochet?

¿Con su canto contribuyó a que Pinochet se fuera?
Por supuesto y no sólo yo. Hay un montón de gente que se sacó la cresta, que se jugó la cabeza y que hoy nadie les tiende una mano. En una guerra está la resistencia y las fuerzas de ocupación. Llegaron las fuerzas de ocupación y la resistencia se fue a la cresta, no tienen nada. Nadie te dio un diploma, nada, ni las gracias porque nadie sabe de esto porque había que hacerlo escondido.

¿Al final, la democracia terminó siendo una ingrata?
Muy ingrata, pero es natural. ¿Cuántos ministros tiene la democracia que estuvieron aquí sacándose la cresta? Eso no es malo, es así, así funciona el hombre.

¿Usted cree que era más cómodo irse a París?
No, pa’ ná. La deben haber pasado muy mal, eso sí, sin el temor que teníamos los que nos quedamos.

Usted estuvo preso....
Durante muchos años ni me referí a eso porque vi a mucha gente que, como quien muestra una condecoración, decía “a mí me metieron preso, a mí me torturaron”. Yo lo encontraba tan penca esa cuestión pero la respetaba. Yo estoy hasta en la comisión Valech y tengo una pensión del gobierno de 120 lucas por ser ex preso político.

¿Lo torturaron?
No existe ningún preso político que no haya sido torturado. Pero ¿por qué hablamos de esto, qué tiene que ver esto con el 18?.

No sé, llegamos a este punto conversando...
De eso no hay que hablar.

Hay gente que piensa lo contrario, que hay que hablar del tema para sanarse y procurar que no vuelva a suceder.
A los que nos pasó no pensamos lo mismo. Esto es lo que escribí ayer 11, en mi diario: “Despierto temprano, hoy es el día más feroz del año. Alguna gente lo celebrará como el día en que las fuerzas armadas nos liberaron del marxismo y del comunismo. Otros haremos un alarga fila para visitar a nuestros muertos y nos pondremos una señal de luto en el corazón. No se puede perdonar ni olvidar porque el crimen fue demasiado grande e injustificado. El golpe militar mató una patria y aunque intentemos construir otra, tenemos que hacerlo sobre los miles de huesos de compatriotas que cayeron asesinados por sus propios hermanos que dejaron de serlo en ese mismo segundo. Nada hay hoy que celebrar... despierto muy temprano y espero que llueva para sentir que el cielo también llora con nosotros. Tengo mucha pena, un gran dolor en el corazón”.

LOS PALTONES DE LA PEÑA DE LOS PARRA
¿Qué recuerda de la Peña de los Parra?
Es lo más grande que me ha pasado en la vida. Ahí llegué desde Temuco y logré a estar al lado de Angel Parra que era mi ídolo y sigue siéndolo. También al lado del Víctor Jara, del Pato Manns...

¿Cómo era Víctor Jara?
Yo no fui amigo de él pero compartí muchos momentos a su lado en la Peña de los Parra. Tenía una risa preciosa y contagiosa. El Angel Parra tiene la facultad de reunir a la gente y Víctor tenía la de dirigir. Eran líderes los dos, a todo cachete y yo era muy jovencito y estaba entre medio de ellos y me aplaudían tanto como a ellos.

¿Cómo se daba la onda entre usted y los citaditos?
A mí me llamaba la atención que Víctor cantaba “las casitas del barrio alto” y él vivía pa’llá pa’rriba. No entendía nada. Después me di cuenta que no tenía nada de malo vivir para arriba.

¿También era paltón?
Desde mi punto de vista tenían otro nivel sociocultural. Eran universitarios, por ejemplo. Además, hablaban distinto, me parecían muy pitucos. Y tenían auto y yo creía que todos los que tenían autos eran ricos. Eran unas tremendas personas. Yo sólo tenía mi canto y les gustaba. Si Víctor no me dice que grabe “La casa nueva”, no la grabo porque no me gustaba mucho.

¿Cómo era el público de la Peña de los Parra?
Eran paltones, gente de otro nivel. Yo cantaba en la peña y me pegaba mis arrancadas a la “Peña Chile ríe y canta”, de René “Largo” Farías, ahí me sentía más cómodo, como en mi casa, con los Quelentaro y la Isabel Parra que también iba pa´llá. En la Peña de los Parra me sentía honrado. Tampoco entendía mucho lo que hablaban. Yo era re tonto. Además que me volví loco con tanto éxito. La de los Parra era bonita porque llegaban ministros, personas importantes.

¿Por qué se peleó con Angel Parra?
Nunca he pelado con Angel, ¡‘tai loca! ¿No hai’ visto lo que digo de él en mi sitio web? Para mí el Angel seguirá siendo siempre la persona que me dio la oportunidad de meterme a los discos y además siempre me gustó como cantaba. Yo le llamaba el maestro chico porque era menor que yo y me gustaba su forma de interpretar. Nunca me he peleado con él.

Qué bueno...
Él no está en muy buena onda conmigo, nunca supe por qué, pero prefiero no conversar de ese detalle.

Quizás es por lo que hablábamos hace un rato...
Él debe tener una mala información, como él no estaba aquí y se fue a Francia. Pero yo estuve en Francia y nos juntamos y la pasamos re bien.

ME GUSTAN LOS QUINCHEROS
Usted también participó en el Bim Bam Bum...
Venía de esa onda, de las boites cuando llegué a la peña.

¿Fue en esa época cuando consumía droga?
En ese tiempo había y hoy y mañana habrá droga. No era ninguna novedad pero a mí me hizo muy mal. Era parte de la bohemia.

Andaba lanzado...
Llegué a ser curado-curado. No me daba ni cuenta y mientras actuaba en un negocio me daban un trago, me lo tomaba al seco y me tomaba cinco por función y hacía tres por noche. Después de eso nos íbamos a tomar un trago.

¿De curadito seguía componiendo?
Es cuando escribí mis mejores cosas. No es lo mismo que en dictadura, cuando la autocensura fue de la puta madre.

¿Qué tanto se autocensuró?
No lo sé... debe haber sido mucho.

¿Para la dictadura actuó mucho para los momios?
Todavía. Este año iré nuevamente al lugar que voy siempre donde me dirán: “tócate la madre del cordero, pos Tito”. Les encanta.

¿Se siente cómodo?
Sí, lo logré, esa era la idea.

¿Alguna vez ha tocado para los militares?
Una vez, en una base militar. Fue por un compromiso contraído en mi época de preso con un militar. Y este militar cuando ascendió a comandante de una guarnición me llamó porque quería que le cantara en un acto donde iba a estar el general Pinochet con otros generales de Latinoamérica. Yo le dije: “mira, te prometí cualquier cosa por la paleteá que me hiciste y que me pudo haber salvado la vida, pero eso no puedo hacerlo. Te lo cambio por un concierto a toda tu unidad”. Y así fue.

Esa época era de los Quincheros...
Los Quincheros son grandes admiradores de Tito Fernández y a mí me encantan los Quincheros, siempre me han gustado.

Muy de tonadas...
¿Qué tiene de malo? ¿Cuántas tonadas no he cantado?

No tiene nada de malo pero uno se imagina que los Quincheros, tan re momios, no son de su gusto porque de campesinos tienen las puras botas...
Cuidado, si tú vas a un rodeo y ves a ingenieros, empresarios que se suben a esas terribles 4X4, no te imaginai’ que son los mismos que hacían maravillas arriba del caballo. Los cardemiles son famosos por lo mismo, son bien derechistas pero son huasos requete huasos, con tradición de rodeo. Huasos a los que no les contai qué es un caballo.

¿Cómo se celebran los 18?
¿En Santiago o en regiones? Porque en Santiago encontrai un pedazo de cada país del mundo, de Francia, Inglaterra y Estados Unidos, pero en Parral no. Parral se parece a Curicó y Curicó a Talca y Talca a Linares. Las fondas de Santiago me parecen peligrosas y antihigiénicas. Que me perdonen, pero es la parte comercial. Las longanizas de Santiago tienen cierto gusto, pero cómete una de Chillán y después una de Chiloé y ve la diferencia. Y la mantequilla de Osorno ¿cómo va a ser igual a la de acá?

Bueno, los curaditos son los mismos de toda la vida...
Antes se armaban peleas y era gracioso, aquí en santiago no es na’ divertido.

PURA SABIDURÍA
Usted ha escrito libros de autoayuda...
Vivo escribiendo cosas... hay cuatro libros seguidos uno que se llama “Mensaje inicial”, “Mensaje de sirio”, “Mensaje terrestre” y otro que nunca editamos.

¿Usted fundó el Centro de Estudios Metafísicos?
Encontré gente que en mis canciones, hasta en las más simple, encontró un estilo de vida, una filosofía de vida y que se juntaron en torno a mi canto, alrededor mío. Hoy existe el centro y participa mucha gente.

¿Es usted como un pastor?
No, soy el gallo que escribe eso.

¿Qué estudian?
Nos juntamos a hablar, la mayoría de las veces cosas metafísicas, que significa más allá de lo físico, como de la voluntad, de la honestidad, del honor. Es bonito.

¿Lo del centro metafísico tiene que ver con los ovnis que usted vio en el norte?
¿Cómo vení tú, que soy una cabra chica, a preguntarme de eso que pasó hace tantos años?

...
No hablemos de eso, además los ovnis no son metafísicos, se ven, son físicos. Pero de ahí partió la idea, de cuando viví eso y fue un shock terrible que nunca he podido explicar bien... mira, aquí vienen de todo el mundo, estudiosos y científicos y yo no tengo idea de nada, a mí me toco vivir esta experiencia no más...

¿Vienen a entrevistarlo?
Claro, y me toman fotos. Parece que los ufólogos importantes del planeta estaban haciendo un seguimiento de unos aparatos que se les perdieron justo el día que los vimos nosotros.

¿Por qué cree usted que le sucedió esto de los ovnis?
Creo que fue pa’ que me mirara un poco más pa’ dentro. Al mirarme pa’ dentro me di cuenta que era como el forro y empecé a cambiar. De partida dejé de enojarme.

Todo a partir de los ovnis...
Claro por que es una cuestión tan na’ que ver que todo se convierte en posible. Me metí a la astrología, al tarot, a todas esas cuestiones. Es un mundo que tiene que ver con mi canto. Ya sé pa’ qué está la mano derecha y la izquierda, supe que el cuerpo esta dividido en dos hemisferios, uno que emite y otro que recibe y eso lo uso en el escenario.

¿Cuántas pílsener tomó ese día?
Ninguna.

Explíqueme lo de la astrología...
Yo trabajo en eso hace mucho tiempo, he hecho clases muchas veces. Te cambia la vida. Te descubres y cuando te pasa eso primero te caes muy mal, luego te aceptas y después corriges lo que no te gusta. El tarot es lo mismo que la astrología, cada carta del tarot tiene un principio de correspondencia y todo se corresponde con todo. Si yo te mostrara una música que compongo y que no tiene nada que ver con la del Tito Fernández, te impactarías.

¿Por qué?
Es de la Escuela Pitagórica.

No cacho...
No, no cachai. Pero podís cachar, qué sabí si te da la misma enfermedad que me dio a mí, la de querer saber y atreverse a saber. La Escuela Pitagórica era la escuela de los acusmáticos, él era el maestro de un escuela donde enseñaba una filosofía relacionada con los cuerpos celestes. Y es una escuela que existe todavía.

Usted está en otra...
Con el canto popular es lo mismo, sabiduría pura.

1 comentario:

Anónimo dijo...

tito ernandez tu produccion la hiciste a el alero de la jota y el la dicap , y se que fuiste un traiodr ahora hablas qu son paltones los comunistas, vende patria rastrero, tocaste pa todos los fachos u buscar historia para hacerlas parecer mas calidas, se que fuiste y escondiste la camisa amaranto de la jota al dia siguinete de el golpe preguntemosle a tu cuñada.